miércoles, 14 de julio de 2010

Desde mi butaca "LA VIDA POR KORE-EDA"




Hirokazu Kore-eda en su adaptación del manga:  la figura “neumática” de una chica de Yoshiie Gouda nos propone un cuento sobre las relaciones de las personas, el aprendizaje y la soledad en la sociedad nipona de nuestros días, consiguiendo un bello y desolador poema acerca de la existencia humana. El solitario Hiedo, es un hombre de mediana edad que habla, come, hace el amor y duerme con una muñeca hinchable. Un buen día Nozomi (la muñeca) cobra vida y comienza a explorar y descubrir el mundo más allá de las paredes de su pequeño apartamento; por el día mientras él trabaja, ella, fascinada por todo lo que ve, deambula por las calles de Tokio, regresando por la noche para interpretar el papel de sustituta sexual para Hiedo. En uno de esos viajes acaba en un videoclub donde conoce a Junichu del que acabará completamente enamorada. En “Air doll” Kore-eda actualiza la esencia de Pinocho, el muñeco que cobra vida, mediante una triste y melancólica fábula urbanita japonesa. La singular visión de la vida del realizador queda magníficamente plasmada en una frase de la película “… Hoy en día todo el mundo está vacío…”. Con ritmo pausado y una delicada factura visual, el director es capaz, casi sin usar efectos especiales, solo con leves y sutiles planos, de realizar una de las más bellas escenas de amor de la historia del cine, cuando Junichu insufla aire en el interior de Nozomi. La película nos propone un juego entre lo fantástico y lo real a través de una puesta en escena intimista y sencilla donde todo transcurre apaciblemente. El cineasta japonés nos hipnotiza en una asombrosa primera media hora, pero acaba perdiéndonos, dilatando en exceso el final; podría haber sido perfecta con poco más de la mitad del metraje, eliminando las discordantes historias paralelas que nos cuentan la vida de los vecinos que no aportan prácticamente nada a la trama principal ,que es la que realmente nos atrapa e inquieta: la vida de esa muñeca hinchable por la que acabas complemente fascinado gracias a la fabulosa interpretación de la surcoreana Donna Bae que nos sorprendió en “Host” y que en “Air Doll”, con sus sutiles movimientos y delicados gestos, hace de la contención todo un arte, consagrándose como una magnífica actriz. Estamos ante una extraña joya que quizás se alarga demasiado pero que merece ser vista por su sensible poética visual.


Crítica "Air Doll" de Hirozaku Kore-eda.
Publicado en  "El Día Cultural" el Viernes 25 de Junio de 2010. 

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