miércoles, 14 de julio de 2010

Desde mi butaca "¡SOY UN SUPERHÉROE! "




Como aficionado a los cómics y al cine no podía dejar pasar “Kick-Ass”, un proyecto original en su gestación. Mark Millar, creador de la historia, decidió darle forma de dos maneras diferentes: sobre el papel puesta en viñetas por los lápices de John Romita Jr. y en la pantalla de la mano de Mathew Vaughn. Ambos guiones se escribieron simultáneamente creando dos propuestas ligeramente diferentes pero con el mismo espíritu. Su comercialización ya no ha ido a la par, y la versión de cómic lleva en las librerías unos meses.
¿Quién no ha querido ser un superhéroe?. O mejor aún, usando una magnífica y divertida frase de la película, “Por Dios, tíos ¿no os molesta?: miles de personas quieren ser Paris Hilton, pero nadie quiere ser Spiderman.” Esa idea es la esencia de Kick-Ass; todo lo demás es mero añadido para contar la historia del joven Dave Lizewski, un típico adolescente americano anodino, algo pringao, que lee comics y que un buen día decide comprarse un traje chulo de neopreno en e-bay y convertirse en un superhéroe con más entusiasmo que capacidades. Partiendo de tal premisa cabría pensar que estamos ante una idea realista pero, todo lo contrario; es una parodia divertida del género de superhéroes, llena de violencia, con unos cuarenta primeros minutos formidables, que pierde fuelle a la mitad y se recupera algo en los minutos finales: la dirección de Mathew Vaughn es sorprendente y refrescante durante esos primeros minutos aportando un estilo irónico lleno de una violencia divertida sucesora del buen hacer de Quentin Tarantino en “Kill Bill”, pero al cabo de un rato, acaba por entrar en un bucle de secuencias demasiado similares entre sí, hasta que de nuevo nos sorprende visualmente en una de las últimas peleas con una aportación consolera y un ritmo más enérgico y ameno cargada de excelentes coreografías. Con una historia en la que no falta ni un tópico, Millar y Vaughn consiguen enlazarlos de tal manera que dan vida a unos superhéroes muy alejados de los de las grandes producciones de Marvel y DC. Pero si algo tiene de especial Kick-Ass es sin duda el nacimiento de una joven estrella, una Cloe Morrash que con tan solo 11 años es capaz de hacernos completamente creíble que le pida a su papá para su cumpleaños una navaja mariposa. En definitiva, un producto pensado ante todo para los amantes de los cómics de superhéroes realizado por un equipo que les tiene mucho respeto y es capaz de enganchar a los no aficionados divirtiendo a ambos por lo menos durante un rato, aunque acabe siendo olvidada unos días después.


Crítica "Kick-ass" de Mark Millar.
Publicado en  "El Día Cultural" el Viernes 11 de Junio de 2010. 

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