"El horrible zumbido del eco de mi respiración me sumió en un estado de desesperación, acentuado por el cansancio de una huida a gravedad cero. Las piernas pesaban más y más, los músculos empezaban a fallar, estaba en una situación un tanto delicada; Me ví por unos segundos ante la merced de un grupo de ojos de peluche. "
Crónicas de Andrómeda
Capitán Jeremías Dominguez
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