lunes, 11 de enero de 2010

Desde mi butaca "DE INDIOS Y VAQUEROS"

Hace tres semanas llegaba a los cines la esperada "Avatar". En ella James Cameron resurge tras un retiro de doce años, con el género que le hizo famoso gracias a cintas como "Terminator", "Abyss" o "Aliens, el regreso". Esta vez nos trae una de indios y vaqueros aunque, eso sí,en lo más recóndito del espacio. La historia sucede en un planeta llamado Pandora al que una compañía minera de la Tierra le ha echado el ojo porque alberga en su interior un mineral de un gran valor económico. Para intentar estudiar y entablar relaciones con los nativos "Na'vi", un grupo de científicos, bajo el amparo de la compañía, ha creado unos seres, combinando ADN aborigen y humano, que pueden ser dirigidos y controlados a distancia por un ser humano que traspasa su conciencia a la de la criatura. Su protagonista es un marine parapléjico, que se hará cargo de uno, y a su través empezará a convivir con los indígenas. La idea inicial es innovadora, pero el fuerte por desgracia de la película no es el guión, que no es más que la historia de Pocahontas aderezada por un sinfín de ideas recurrentes en la ciencia ficción; las bazas de “Avatar” son su belleza visual y unas escenas de acción muy bien trabajadas. Cameron nos transporta a un nuevo mundo, donde el color lo invade todo, desde las plantas que brillan al ser tocadas al suelo que se ilumina al ser pisado. La unión entre los personajes reales y la animación en 3D es de una calidad  asombrosa, pasando de un elemento a otro sin que el espectador perciba ningún cambio. Técnicamente estamos ante un equipo creativo digital, asombroso: nunca antes se había reflejado la piel con esa calidad y los animales parecen completamente reales, un trabajo que no sé sí alcanza las expectativas generadas, pero que es francamente extraordinario. Cabe destacar algunas ideas muy originales como la simbiosis entre los Na'vi y todos los animales que montan, o la misma idea del avatar que da nombre al film. No estamos ante un hito del cine, pero si ante una cinta que merece ser vista. Es una experiencia sensorial de 160 minutos, que te dejará un buen sabor de boca, aunque la historia la hayas visto miles de veces. Por eso, a aquellos rezagados que todavía no la hayáis visto o que esperabais a que las salas dejasen de estar masificadas por la Navidad, os recomiendo que os dejéis caer en la butaca de vuestro local favorito y paséis un buen rato viéndola.


Crítica "Avatar" de James Cameron.
Publicado en  "El Día Cultural" el Viernes 8 de Enero de 2010.